César Pincheira ama su trabajo. El restorán es como el comedor de su casa, donde él es el anfitrión; su señora, Antonia Emilia González, la maestra de cocina, y sus recuerdos de infancia la carta que está adherida a la pared y que va cambiando según las estaciones del año o el santoral del día. Porque en Capri las tradiciones les sirven de fuente inspiración. Por eso para este 22 y 23 de junio traerán de regreso un plato típico del sur de Chile: El estofado de San Juan.
Celebrar a los santos
“Antes la gente celebraba los santos con grandes fiestas e incluso criaban animales que mataban especialmente para esas fechas. Hoy con suerte se envían un mensaje de WhatsApp”, reflexiona César. Pero no lo hace con un tono melancólico, sino más bien con un aire de inspiración.
Ese tipo de recuerdos y añoranzas son el motor del Restorán Capri. Por eso en junio, si usted está de santo, puede disfrutar de un rico pisco sour chileno por cuenta de la casa. Y si llueve, no se extrañe que el mozo le traiga una taza de greda con vino navegado para acompañar las sopaipillas con pebre. Así es el Capri, acogedor y hogareño, como la gente del sur.
El Estofado de San Juan
Entre las celebraciones de los santos de junio, hay una que César recuerda con especial cariño: La Noche de San Juan, cuando se contaban historias, se buscaba la flor de la higuera y su madre cocinaba el estofado de San Juan. Una deliciosa preparación que llevaba cerdo, conejo, longaniza ahumada, carne ahumada, ajo machacado, cebolla, tomates, zanahorias y papas cocidas. Todos estos ingredientes se cocían dentro de una olla que colgaba sobre el fuego.
Este plato se preparaba sólo una vez al año, ya sea para la víspera o para el mismo día de San Juan. Tanta popularidad adquirió esta preparación en el sur que hoy tiene su propia fiesta costumbrista en Rere, la que se celebra el 22 y 23 de junio en el gimnasio del pueblo.
Ritos de la Noche de San Juan
Luego de compartir historias y comida en torno al fogón, los niños y los adultos se preparaban para realizar sus propios ritos de San Juan. Entre los que recuerda César están las tres papas, los juegos con tinta china y la fuente de agua.
El futuro en tres papas
Se tomaban tres papas, una se pelaba completa, otra a la mitad y una se dejaba sin pelar. Luego se ponían debajo de la cama y pasada la media noche se sacaba una sin mirar. Si salía la papa pelada significaba que las cosas irían mal, a medio pelar no era ni malo ni bueno del todo y si salía la peluda todo iría bien. Usualmente las personas asociaban las preguntas a la vida amorosa o la prosperidad económica.
La tinta que presagia
A las 12:00 de la noche se derramaba tinta en una hoja de papel y se doblaba dos veces. A la mañana siguiente se abría la hoja y se debían interpretar el dibujo dejado por la tinta.
La fuente de agua
Se debía poner una fuente de agua con dos velas al costado y un espejo. La tradición decía que en el agua aparecerían imágenes del futuro. E incluso, si se deseaba, podía aparecer el diablo para hacer un pacto con él.
Estas tradiciones populares más la comida y las reuniones familiares hacían de la Noche de San Juan un evento inolvidable para los niños y toda la familia.
Al rescate de los platos chilenos
Pero no basta con traer de regreso sólo al estofado de San Juan. El Restorán Capri comenzará a ofrecer degustaciones gratuitas de platos tradicionales de Chile. Así que no se sorprenda si un día visita el restorán y César se acerca hasta usted con una muestra de ajiaco valdiviano, guatitas, charquicán con cochayuyo, chunchules, cazuela de gallina nogada, carbonada de mariscos o estofado de cordero.
Porque esa es la idea, recuperar sabores y recuerdos en torno a la cocina chilena, en un ambiente casero y en pleno corazón de Valparaíso, sólo a pasos de Plaza Sotomayor.
Así que ya sabe, prepare las papas, la tinta y la fuente con agua. Pero del estofado de San Juan no se preocupe. De eso se encarga el Capri.
15 de junio del 2019
