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Tarot en Amor Porteño: Un viaje hacia el interior

Jueves de tarot en Amor Porteño

Si los jueves por la tarde subes por el ascensor Reina Victoria, caminas por el paseo Dimalow, y entras a Amor Porteño te encontrarás con la heladería de siempre. Pero si observas bien, es probable que veas el espacio bajo la escalera cubierto por una tela de color morado. Tras ella debería estar Paula Caro barajando las cartas y lista para iniciar una nueva lectura del tarot. ¿Estás listo para ser el siguiente?

Mi primera lectura del tarot

Noche de otoño en Amor Porteño
Un americano en Amor Porteño

Era un fría noche de otoño cuando atravesé el umbral de Amor Porteño. Miré hacia el rincón bajo la escalera y estaba cubierto por una tela. Pedí un café y me acomodé junto a la ventana para observar a las pocas personas que paseaban a esa hora entre el Pasaje Dimalow y calle Almirante Montt.

Justo estaba terminando mi café cuando se abrió la tela y de ella salió una mujer joven despidiéndose. Yo era el que seguía. Guardé mi computador, tomé mi mochila y me agaché para ingresar a ese pequeño espacio bajo la escalera que, irremediablemente, me recordó aquellos rincones que uno busca cuando niño para esconderse del mundo adulto y elaborar espacios de fantasía.

Paula Caro, tarotista

La cortina se bajó y el interior de ese pequeño espacio se tiñó de morado. Delante mío Paula esbozaba una sonrisa al tiempo que sostenía una baraja con cartas sobre un mantel color burdeo. Yo la miré, le devolví la sonrisa y le dije con cierta timidez que esta era la primera vez que me vería las cartas y, que a decir verdad, no sabía muy bien cómo proceder.

Entonces Paula me explicó que ella se formó bajo la escuela de Jaime Hales, director de la Academia de Estudios Holísticos Sincronía, y que el tarot básicamente hace tres cosas: Percibir, aconsejar y entregar un pronóstico.

Para Paula el tarot es un libro de sabiduría escrito por uno mismo y es enfática al afirmar que un tarotista no es un adivino: “El único destino escrito de Hernán es el que Hernán vaya forjando. Y cada carta es una hoja de su vida”.

Lectura de tarot en Amor Porteño

Entonces Paula tomó el mazo de cartas, las distribuyó en forma circular y me pidió que con la mano que no usara para escribir, cogiera cinco de ellas.

Tarot en Amor Porteño

Josefina Grau, la dueña de Amor Porteño, no creía en el tarot. Un día por distintas circunstancias simplemente colapsó. El exceso de trabajo, las responsabilidades de la maternidad y la autoexigencia de la vida en Santiago le pasaron la cuenta.

Luego de caer en la Unidad de Tratamientos Intensivos y que le recomendaran bajar el ritmo, decidió ir a un Taller de Neurolingüística.  Ahí conoció a una psicóloga que le ofreció la lectura del Tarot, a lo que Josefina inicialmente se negó. Pero la psicóloga insistió y finalmente accedió.

Fue en esa instancia que la tarotista le dijo todo lo que sucedería: que se iría a vivir fuera de Santiago dentro de un año, que trabajaría en algo que nunca habría imaginado y que sería un lugar al que irían muchas personas sólo por su energía y su cariño.

Amor Porteño

A los seis meses estaba viviendo en Valparaíso y a los cinco años abriría la Heladería y Cafetería Amor Porteño. Luego de eso su percepción respecto al tarot cambió y decidió compartirla también con sus parroquianos. Al cariño del chocolate caliente, los churros y los helados, se sumaría el aura mágica del tarot y la sonrisa de Paula.

Un viaje hacia el interior

Cuando Paula guardó las cartas y dimos por cerrada la lectura del tarot me sentí muy bien. No tanto por lo que dijeran las cartas sobre el futuro, sino por cómo estaba abordando los temas del presente y como la constancia y el cariño que estaba depositando en mi nuevo proyecto profesional, ya estaban dando sus primeros frutos.

Al final la felicidad está más en el soltar y en el dejar fluir, que en el poseer y aferrarse a las cosas. Soltar prejuicios y rutinas para seguir el rumbo hacia caminos desconocidos. Sin importar tanto el destino, como el disfrute de la ruta y el momento mismo.

Haberme leído el tarot, soltando el prejuicio de una mirada práctica y racional; me permitió verme a mí mismo desde un ángulo distinto. Y eso me encantó. Realmente fue una experiencia bella.

Calle Almirante Montt

Agradecí a Paula, tomé mi mochila y bajé caminando lento por la calle Almirante Montt, disfrutando el aire frío en el rostro y el maravilloso hecho de estar y sentirse vivo. Escribiendo mi propia historia. ¿Y tú, te animarías a verte las cartas?

22 de junio del 2019

Datos de Contacto

Paula Caro
+56982003077
Todos los jueves de 16:00 a 20:00 horas en Amor Porteño, Almirante Montt 418, Valparaíso.

Por Hernán Castro Dávila

El amor por los viajes, la escritura, la fotografía y la comunicación me ha impulsado a forjar mi propio camino dentro del periodismo. Creo en nuestra capacidad de expresión como ciudadanos del siglo XXI. Yo la practico desde mi blog, las redes sociales y la educación. Si queremos que este mundo cambie, debemos comenzar por nosotros mismos.

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