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Qué visitar en Roma: Imprescindibles de la Ciudad Eterna

Qué visitar en Roma: Todo lo que debes saber para disfrutar de los principales puntos de interés de la capital italiana

¡Continuamos nuestro viaje por Italia! Luego de visitar Nápoles y la Costa Amalfitana, tomamos un tren y llegamos hasta Roma, una de las ciudades más increíbles del mundo. Segunda vez que visito la Ciudad Eterna y creo que vendrán muchas más, ya que este es un lugar que nunca terminas de conocer. Para que tu también puedas disfrutar de esta experiencia inolvidable, aquí te comparto un listado de lugares que visitar en Roma y que de seguro te encantarán.

Dónde alojar en Roma

Generalmente cuando viajo me gusta alojar dentro de los cascos históricos para poder desplazarme a pie por la ciudad. Roma es tan grande, que antes de buscar alojamiento averigüé qué barrio podía cumplir mejor con mis expectativas. Leí el artículo de Viajero Nómada y tomé la decisión de buscar un departamento en Monti.

Alojar en Monti

Monti, ubicado entre el Coliseo y la estación de Termini en Roma, se presenta como una opción altamente conveniente para el alojamiento. Su ubicación estratégica facilita el acceso a los principales puntos de interés de la ciudad, con la posibilidad de recorrer a pie tanto la estación de Termini como el Coliseo.

Aunque su oferta turística puede parecer algo limitada en comparación con otros barrios, destaca la imponente Basílica de Santa María la Mayor, una visita imprescindible para los amantes de la historia y la arquitectura religiosa. Sin embargo, lo que verdaderamente distingue a Monti es su vibrante vida urbana, con una amplia variedad de restaurantes, cafés y bares que ofrecen una auténtica experiencia romana. Además de hoteles, la oferta de apartamentos turísticos es abundante, brindando flexibilidad y comodidad para los visitantes.

Qué visitar en Roma

Plaza España

Apenas nos instalamos, salimos a recorrer Roma. Nuestra primera parada sería la Plaza España. Hasta allá llegamos caminando por la vía de las Cuatro Fontanas.

Quattro Fontane

¡Este encantador grupo de cuatro fuentes de estilo tardo renacentista es una joya escondida en la intersección de Via delle Quattro Fontane y Via del Quirinale! Encargadas por el Papa Sixto V como parte de la expansión urbana de la ciudad en el siglo XVI, estas fuentes son una obra maestra de la ingeniería y el arte. Desde las alegorías de los ríos Tíber y Arno hasta las representaciones de las diosas Diana y Juno, cada detalle cuenta una historia fascinante. Y justo al lado, la impresionante Iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane, diseñada por el famoso Francesco Borromini, agrega aún más encanto a este rincón de la Ciudad Eterna.

Plaza España

Seguimos caminando derecho por la misma avenida hasta llegar a la Plaza España justo antes del atardecer. Esta icónica plaza toma su nombre del majestuoso Palacio de España, hogar de la embajada española ante la Santa Sede y la Orden de Malta. Déjate cautivar por la imponente escalinata que conduce a la encantadora iglesia de Trinità dei Monti y maravíllate con la belleza de la fuente barroca de la Barcaza. 

Iglesia de Trinità dei Monti 

Situada en el corazón del centro histórico, la iglesia de Trinità dei Monti  arquitectónica domina la icónica Piazza di Spagna desde lo alto de sus escalinatas. Desde su construcción en el siglo XVI, la iglesia ha sido testigo de obras maestras como la célebre Asunción de Daniele da Volterra y el ciclo de frescos de Perin del Vaga. Además, su conexión con Francia se refleja en cada detalle, desde la financiación de la escalinata por parte de Luis XV hasta los relojes que marcan tanto la hora de Roma como la de París.

Fuente de la Barcaza en Roma

Situada en la pintoresca Plaza de España, al pie de las majestuosas escalinatas de la Trinità dei Monti, la Fuente de la Barcaza en Roma barroca es una obra maestra del arte italiano. Encargada por el Papa Urbano VIII a Pietro Bernini, con la colaboración de su talentoso hijo Gian Lorenzo, la fuente representa una barcaza semi hundida, inspirada en una memorable crecida del río Tíber en Navidad de 1598. Pietro Bernini superó desafíos técnicos para crear esta maravilla, adaptándose a la baja presión de agua en la zona con una ingeniosa solución. 

Fontana di Trevi 

Desde Plaza España nos fuimos vitrineando por tiendas de moda para luego irnos zigzagueando hasta la Fontana di Trevi.  Con casi 50 metros de frente, esta imponente fuente barroca es una de las más grandes y emblemáticas de la Ciudad Eterna. Situada en el rione de Trevi, es un tesoro arquitectónico que no te puedes perder en tu visita a la capital italiana. 

Esta impresionante obra maestra del barroco italiano, situada en la fachada trasera del Palacio Poli, te dejará sin palabras. Construida como un arco triunfal, la Fontana di Trevi es una verdadera joya arquitectónica, adornada con columnas corintias y bajorrelieves que ilustran el origen romano de los acueductos.

¡No te pierdas la belleza de los tritones y los hipocampos que dominan esta obra maestra, creando un equilibrio simétrico y una sensación de serenidad! Y no olvides la tradición de lanzar una moneda en la fontana: se dice que garantiza tu regreso a la ciudad eterna. ¡Un momento que recordarás para siempre!

Mientras las chicas terminaban de vitrinear, nosotros repusimos energía con un Spritz en un restaurante en Roma, cerrando nuestra primera jornada en la ciudad eterna.

Qué visitar en Roma: Seguimos recorriendo la ciudad eterna

Nuestro segundo día en Roma salimos a recorrer la ciudad en uno de los buses que realizan city tours, tomándolo en Termini. Desde ahí partimos a la Basílica de Santa María la Mayor, seguimos por el Coliseo, el Circo Máximo y finalmente bajamos en la Plaza Venecia, para continuar recorriendo desde ahí a pie.

Colina Capitolina

Nuestra primera parada fue la Colina Capitolina. Ubicada entre el Foro y el Campo de Marte, esta colina, una de las siete famosas de la ciudad, es el epicentro de mitos y leyendas. Conocida anteriormente como Mons Saturnius, estaba dedicada al dios Saturno. La palabra «Capitolio» deriva de esta colina, y su significado evoca poder y grandeza. En un mito etimológico, se dice que al poner los cimientos del templo, se encontró la cabeza de un hombre, relacionando el nombre con «cabeza» o «cima». El Capitolium era considerado indestructible, un símbolo de eternidad para los romanos.

Monumento Nacional a Víctor Manuel II 

Desde la Colina Capitolina descendimos caminando para luego detenernos frente al inmenso Monumento Nacional a Víctor Manuel II. También conocido como Altare della Patria o simplemente Il Vittoriano, este monumental tributo al primer rey de la Italia unificada se alza majestuosamente entre la Piazza Venezia y la Colina Capitolina. Diseñado por Giuseppe Sacconi en 1885 y finalmente inaugurado en 1911, este monumento es una obra maestra arquitectónica que encapsula la historia y la grandeza de Italia. 

Panteón de Roma

Dejamos atrás el Monumento Nacional a Víctor Manuel II y nos metimos por las calles de Roma siguiendo los designios de Google Maps hasta llegar al Panteón de Roma, una joya arquitectónica que ha resistido el paso del tiempo. Este antiguo templo romano, consagrado ahora como iglesia católica, fue encargado por Marco Agripa durante el gobierno de Augusto y completado por orden del emperador Adriano alrededor del año 126. Su nombre, derivado del griego «Pántheion», significa «templo de todos los dioses».

Con su imponente cúpula de hormigón sin armar, que sigue siendo la más grande del mundo casi dos mil años después de su construcción, el Panteón es un testamento impresionante del genio arquitectónico romano. Su cella circular abovedada y su diseño único la convierten en uno de los edificios mejor conservados de la Antigua Roma.

Hoy en día, el Panteón continúa siendo un lugar de culto como la basílica de Santa María y los Mártires, aunque popularmente se le conoce como Santa María Rotonda. 

Piazza della Rotonda

La Piazza della Rotonda está enmarcada por el imponente Panteón de Agripa, es un testimonio vivo de la rica historia y la esencia vibrante de la Ciudad Eterna.

El obelisco de Ramsés II, una reliquia de la antigüedad, preside esta plaza histórica, mientras que la encantadora fuente del delfín, diseñada por Giacomo della Porta en 1575, añade un toque de belleza renacentista. Gracias al Papa Clemente XI, el obelisco de granito rojo se erige majestuosamente sobre la fuente, coronándola como una estrella.

Plaza Navona

Desde el Panteón de Roma seguimos caminando entre las calles de Roma hasta llegar a Plaza Navona.

Conocida como Piazza Navona en italiano, esta emblemática plaza es uno de los puntos de referencia más destacados de la ciudad, donde la historia y el arte se entrelazan de manera sublime.

Desde la Antigua Roma, la plaza Navona ha sido un lugar de importancia, donde se alzaba un estadio para competiciones deportivas y combates de gladiadores. Hoy en día, esta plaza impresiona a los visitantes con sus impresionantes esculturas, magníficas fuentes y edificios de gran valor artístico.

Considerada como un centro de la vida social, cultural y turística de Roma, la plaza Navona te invita a sumergirte en su atmósfera animada y vibrante. 

Desee ahí nos fuimos caminando hasta el paradero junto al puente de San Angelo para esperar el bus turístico y regresar al barrio Monti.

Castillo de Sant’Angelo en Roma

También conocido como Mausoleo de Adriano, el Castillo de Sant’Angelo en Roma es un monumento histórico que se erige majestuosamente en la orilla derecha del río Tíber, frente al Puente Sant’Angelo, cerca del Vaticano.

El Castillo de Sant’Angelo ha sido testigo de numerosas transformaciones a lo largo de los siglos, desde la antigüedad hasta la época medieval y renacentista. Unido a la Ciudad del Vaticano a través del pasillo fortificado llamado Passetto, este castillo es un símbolo de la rica historia y la magnificencia arquitectónica de Roma.

Puente Sant’Angelo 

El Puente Sant’Angelo fue originalmente conocido como puente Elio y construido por el emperador Adriano entre los años 134-139, es una verdadera joya arquitectónica.

Cubierto de mármol travertino y con cinco elegantes arcadas, el puente Sant’Angelo ofrece una vista impresionante del Castillo de Sant’Angelo.

Hoy en día, el puente Sant’Angelo es exclusivamente peatonal, lo que lo convierte en el lugar perfecto para pasear y disfrutar de las vistas panorámicas del río Tíber y de los alrededores. 

Río Tiber

Con una longitud de 405 km, el Tíber es el tercer río más largo del país, después de los ríos Po y Adige. Nacido en los Apeninos, en el monte Fumaiolo, en la región de Romaña, este majestuoso río atraviesa las regiones de Umbría y Lacio, y pasa por ciudades icónicas como Perugia y Roma.

Su viaje culmina en el mar Tirreno, dividiéndose en dos brazos en Ostia: el Isola Sacra al sur y Fiumicino al norte. A lo largo de su curso, el Tíber está adornado con numerosos puentes, algunos de ellos con un valor histórico y artístico excepcional.

Coliseo Romano

A la mañana siguiente madrugamos para ir a conocer el Coliseo Romano, uno de los lugares imperdibles que visitar en Roma. Desde nuestro alojamiento en Monti, nos fuimos caminando hasta el Coliseo y llegamos en unos 15 minutos.

Este majestuoso anfiteatro de la época del Imperio romano, construido en el siglo I, es un verdadero icono de la arquitectura y la historia.

Construido con una combinación de materiales como travertino, hormigón, madera, ladrillo y mármol, el Coliseo podía albergar hasta 65,000 espectadores en sus ochenta filas de gradas. Desde el Emperador hasta los estratos más bajos de la sociedad, todos se reunían aquí para presenciar emocionantes luchas de gladiadores y espectáculos públicos.

A lo largo de los siglos, el Coliseo ha sido testigo de eventos históricos y ha sufrido diversas transformaciones. Desde su inauguración en el año 80 d.C. hasta su uso en la Alta Edad Media, ha sido un centro de entretenimiento y luego reutilizado como refugio, fábrica e incluso como cantera.

Hoy en día, el Coliseo sigue siendo un símbolo de la Roma Imperial y una de las atracciones turísticas más populares del mundo. Reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, este monumento sigue cautivando a millones de visitantes cada año.

Arco de Constantino

El Arco de Constantino se ubica cerca del Coliseo, fue erigido en el año 315 para conmemorar la histórica victoria de Constantino I el Grande en la batalla del Puente Milvio, ocurrida el 28 de octubre de 312.

Con una altura de 21 metros, una anchura de 25,9 metros y una profundidad de 7,4 metros, el Arco de Constantino es una obra maestra de la arquitectura romana y el último arco de triunfo construido en la antigua Roma.

Foro Romano

Desde el Coliseo ingresamos al Foro Romano. Este lugar emblemático, también conocido como Forum Magnum, era el corazón de la antigua Roma y muestra elocuentemente el uso de los espacios urbanos durante el Imperio romano.

Originalmente un terreno pantanoso, el Foro fue drenado y pavimentado con travertino durante el reinado de César Augusto. Hoy en día, sus impresionantes restos incluyen una variedad de monumentos y edificios antiguos, como el Templo de Cástor y Pólux, el Arco de Tito y la Casa de las Vestales, por nombrar solo algunos.

A lo largo de los siglos, el Foro Romano ha sido testigo de eventos históricos y ha sido enterrado bajo escombros. Sin embargo, gracias a la excavación y restauración continuas, podemos apreciar su grandeza y aprender sobre la vida en la antigua Roma.

Vaticano

Luego de visitar el Coliseo, el Foro y el Monte Palatino; tomamos el bus turístico para dirigirnos hasta el Vaticano. Nos bajamos frente al Castillo de Sant’Angelo, atravesamos el puente, doblamos a la izquierda y nos dirigimos hacia la Basílica de San Pedro, donde tras el protocolo de seguridad de rigor, pudimos ingresar sin problemas.

El Vaticano se ubica en el corazón de Roma. Conocido simplemente como el Vaticano, este enclave sin salida al mar es el país más pequeño del mundo tanto en extensión como en población. Su gobierno, clasificado como una teocracia organizada como una monarquía absoluta, lo convierte en un lugar único en el panorama mundial.

A pesar de su tamaño, la Ciudad del Vaticano alberga algunas de las instituciones más importantes del mundo católico, incluyendo la Basílica de San Pedro, la Capilla Sixtina y los Museos Vaticanos. Además, es la residencia oficial del Papa, el líder espiritual de la Iglesia Católica.

Basílica de San Pedro

Con su imponente presencia, la Basílica de San Pedro es un símbolo de la fe y la grandeza del catolicismo.

Con una longitud de 193 metros, una altura de 44,5 metros y una superficie de 2,3 hectáreas, la basílica de San Pedro es el templo cristiano con el mayor espacio interior en el mundo. Su imponente cúpula domina el horizonte de Roma, dejando a todos maravillados ante su magnificencia.

Considerada uno de los lugares más sagrados del catolicismo, la basílica se erige sobre el lugar de entierro de san Pedro, el primer obispo de Roma y uno de los doce apóstoles de Jesús. Esta tradición se remonta a la época paleocristiana y es un punto de peregrinación para millones de fieles cada año.

El proceso de construcción de esta maravilla comenzó en el siglo XVI, por orden del papa Julio II, y fue llevado a cabo por destacados arquitectos como Donato Bramante, Miguel Ángel y Bernini. Aunque no es una catedral, la basílica de San Pedro es una joya arquitectónica que merece ser admirada y explorada por todos los que visitan Roma. La entrada a la basílica es liberada.

La Piedad

Esculpida por Miguel Ángel entre 1498 y 1499, La Piedad es un verdadero tesoro del arte renacentista.

Encargada por el cardenal Jean Bilhères de Lagraulas, la Piedad fue completada por Miguel Ángel en un tiempo récord, demostrando su genio artístico incluso a una edad temprana. La escultura originalmente se ubicaba sobre la tumba del cardenal en la Capilla de Santa Petronila del Vaticano, antes de ser trasladada a su ubicación actual en la Basílica de San Pedro.

El Vaticano fue nuestra última parada antes de regresar al departamento a descansar. Al día siguiente continuaríamos nuestro viaje por Italia, esta vez con destino a Venecia. Estábamos exhaustos, pero felices. Roma una vez más me había vuelto a enamorar.

Por Hernán Castro Dávila

El amor por los viajes, la escritura, la fotografía y la comunicación me ha impulsado a forjar mi propio camino dentro del periodismo. Creo en nuestra capacidad de expresión como ciudadanos del siglo XXI. Yo la practico desde mi blog, las redes sociales y la educación. Si queremos que este mundo cambie, debemos comenzar por nosotros mismos.

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