Hace 4 años se me ocurrió aceptar la invitación a un viaje de prensa a Matanzas y pedir un día administrativo en mi trabajo. A mi regreso el que fuera mi jefe de entonces se encargaría de hacerme la pega imposible, al punto que decidí renunciar y comenzar a emprender con Apuntes y Viajes. Esta es la historia de cómo di el salto para decir Chao Jefe.
De regreso a matanzas
Hace unos meses regresé a Matanzas, pero este ya no era un viaje de prensa, sino un artículo de pago para mi blog.
Hoy mi principal trabajo consiste en crear contenidos para hoteles, restaurantes, cafés y tour operadores. Gracias a mi trabajo he recorrido buena parte de la Región de Valparaíso y ya han comenzado a salir viajes por Chile y Sudamérica.
Chao jefe
Todavía recuerdo la cara sudada de mi ex jefe cuando le dije que renunciaría a mi trabajo cómo periodista en la universidad y la única frase estúpida que me dijo para que desistiera y me mantuviera en el equipo: “La cosa está difícil allá afuera”.
Y claro, trabajar para una universidad puede asegurar el sueldo a fin de mes, pero no estaba dispuesto a estar bajo el mando de un pelotudo que sólo nos hacía trabajar para aparecer en la prensa local. Como si una nota en el diario de la ciudad fuera a incrementar las matrículas, mientras las redes sociales crecían como levadura.
No fue fácil renunciar a un trabajo luego de 12 años, pero fue una de las mejores decisiones que he tomado en la vida. Y bueno, fue imposible no recordar esto cuando volví a Matanzas ya no con un permiso administrativo, sino como dueño de mi propia empresa. Los caminos de la vida pueden ser más dulces cuando te animas a soltar amarras.