Primero fue la posibilidad de publicar imágenes en internet, luego la de compartirlas en redes sociales y, finalmente, poder hacer esto desde tu teléfono móvil. La evolución de las herramientas para capturar, publicar y distribuir fotografías han cambiado mucho en muy poco tiempo. Esta es la historia de mi aproximación a la fotografía.
Mis primeras fotografías analógicas
En 1997 mis primeras fotos las hice con una cámara Samsung con rollo fotográfico y funciones automáticas. En 1998 mi padre me regaló su cámara Yashica, una máquina japonesa donde apliqué mis primeros aprendizajes sobre asas, diafragmas y aperturas que anoté en las clases de periodismo. De ahí en adelante no dejé de hacer fotos en mis paseos por Valparaíso o mis mochileos a lo largo de Chile.
Como por aquellos años de estudios universitarios el recurso era escaso, lo concentraba en la compra de rollos en blanco y negro y rebelados de negativos. Ampliar las fotografías era un lujo que no podía darme. Así acumulé decenas de tiras de negativos.
En el intertanto aparecieron las primeras cámaras digitales. Un poco a regañadientes comencé a probar estas nuevas máquinas, sobre todo en el trabajo.
El empujón a la fotografía digital
Así llegó el 2007 y todo cambió. Mi mejor amigo falleció, aparecieron ratones en mi casa del cerro Panteón y un par de ladrones entraron un día del padre y se llevaron todo lo que pudieron, salvo mi viejo computador. Entre los objetos robados estaba la cámara Yashica y una cámara digital de mi trabajo.
Esto me impulsó a dar el salto hasta la cámara digital. Por suerte el vendedor de la multitienda me persuadió para comprar una Canon en vez de una Kodak, resultando más amable para jugar con el enfoque y la adaptación a la luz.
En paralelo a este proceso descubrí una de las primeras redes sociales pensadas para el intercambio de imágenes: Flickr. De pronto, sacar fotografías se volvió una actividad mucho más simple y económica: sin rollos, sin revelados, sin ampliaciones. Sólo había que salir a tomar fotos y luego subirlas a mi cuenta de Flickr en internet.
Así comenzó la historia de Miradas Compartidas (hoy Apuntes y Viajes), una galería de fotos en línea donde almaceno más de diez mil imágenes y cuento con más de quinientos seguidores y un millón de visitas a la fecha.
Valparaíso, 18 de enero del 2015