El Restaurant Bote Salvavidas se ubica junto al Muelle Prat de Valparaíso con una hermosa vista a las tradicionales lanchas y la bahía en todo su esplendor. Desde su terraza o en el comedor se puede apreciar la vida del puerto y los objetos que acompañaran las tareas marítimas del Cuerpo de Voluntarios del Bote Salvavidas.
Es que este restaurante se ubica justo sobre las oficinas de esta organización fundada por el capitán don Olaf Christiansen Lund un 15 de abril de 1925 y que, como tantas instituciones en Valparaíso, fue la primera de Chile.
Si observas desde la terraza es probable que puedas ver las embarcaciones de color naranjo completamente equipadas y listas para salir en caso de alguna emergencia marítima; mientras en la cocina preparan los platos típicos de la costa central de Chile, con un toque característico del restaurante, y en la barra se agita la coctelera del bartender con un sabroso pisco sour.
A pasos de Plaza Sotomayor: Restaurant Bote Salvavidas
Pero la experiencia comienza mucho antes, cuando desde Plaza Sotomayor te asomas entre las dos torres que enmarcan el muelle Prat, sientes la brisa marina, el canto de las gaviotas y los gritos a viva voz de los hombres que invitan a dar un paseo en lancha por la bahía.
Ante este espectáculo bien vale la pena detenerse un momento para contemplarlo. Es el mismo escenario que tanto disfrutaran los antiguos viajeros cuando visitaban el puerto y es parte del imaginario turístico de la ciudad.
Si bordeas las tiendas de artesanías y recuerdos, al final del recorrido te encontrarás con el edificio del Bote Salvavidas. Para llegar hasta el restaurante deberás subir por una escalera adornada con fotografías en blanco y negro. Y en la entrada te encontrarás con una placa que cuenta la historia del lugar.
Apenas traspasas el umbral una gran fotografía en blanco y negro de la Plaza Sotomayor sigue empujando el tiempo hacia atrás. Y, si del otro lado de la puerta, te encuentras con don Christian con su traje de mozo y sonrisa tranquila, el viaje ya es completo.
Ahora sólo debes dejarte llevar por este hermoso lugar y esperar tu comida y los tragos mientras disfrutas del paisaje a la bahía.
Platos inolvidables
Machas a la Parmesana

El primer plato que me llegó a la mesa fueron unas machas a la parmesana generosas en cantidad y queso sobre un librillo de greda. Estaban exquisitas y con el pisco sour, la vista a los botes y la decoración clásica del lugar, ya no tenía más que pedir.
Siempre me han enamorado los lugares que me transportan en el tiempo… Y el Bote Salvavidas mantiene ese aire de antaño del puerto.
Congrio Salvavidas

Los botes se mecen indiferentes y coloridos; las banderas se baten por la brisa y desde la cocina viene el Congrio Salvavidas con su carne atada en forma de velas y rodeado de caldo y vino. El sabor del congrio, la frescura del vino blanco y el aire del mar hacen del momento un instante para atesorar en los recuerdos.
Para cerrar, el broche de oro fue una leche asada como hecha en casa. Un bajativo y ya estaba listo para volver al ajetreo del Plan de la ciudad, feliz de esta parada imperdible junto al Muelle Prat: El Restaurant Bote Salvavidas. La vida puede continuar en paz, si sabes qué lugares como este persisten en la trama urbana.