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Lisboa: un paseo entre cerros, ascensores, castillos y bacalaos

Lisboa está llena de laberínticas y estrechas calles que conducen a una ecléctica mezcla de arquitectura, lenguas, olores y sabores.

Cuando te digan que Lisboa se parece a Valparaíso, no lo creas tanto. En rigor, se parecen en algunas cosas: ambas son ciudades puerto; gran parte de su geografía está compuesta por cerros; hay ascensores y es extremadamente cosmopolita. Sin embargo, Lisboa es una ciudad europea por donde se la mire y es la capital del país. Por lo tanto, al igual que en Chile, es donde se invierte la mayor cantidad del dinero público. Y eso es lo que nos diferencia.

Lisboa, capital de Portugal

Efectivamente la capital de Portugal –conocida como la ciudad de las siete colinas o de la luz– hace gran parte de su vida en los cerros, pero en cada uno de ellos existe un barrio distinto. Los cerros pueden vivir de manera casi autónoma y sus vecinos pueden acceder a los servicios básicos, hacer las compras, comer en algún restaurante o ir a alguna tienda de ropa sin necesidad de tener que bajar “al plan”. Además, la ciudad está muy bien conectada por el Metro y por una hermosísima y patrimonial línea de tranvías (en especial el histórico tranvía amarillo 28), que recorren las colinas y callejuelas con sus tradicionales sonidos de campanilla.

Los portugueses son simpáticos y afectuosos. Te reciben y atienden bien, pero cuesta entenderles un poco. Nuestro oído está más entrenado para el portugués (o portuñol) de los brasileros. El portugués “original” es más puro. Algo así como el inglés british.

Con una innegable influencia árabe, la arquitectura de la ciudad contiene elementos bien característicos, como los azulejos, las cúpulas y las columnas, que dan un aire medioriental a la ciudad. Al igual que en Valparaíso, las subidas y bajadas son estrechas, algunas adoquinadas, otras de concreto y varias de ellas con pendientes que hacen sufrir a los autos de baja cilindrada; sin embargo, todas se encuentran en bastante buen estado. Es difícil encontrar basura en las aceras.

Imperdibles de Lisboa

Centro histórico

¿Imperdibles? Varios. Sin embargo, sus principales atractivos se encuentran en el llamado centro histórico, que incluye los barrios Alto, Alfama, Chiado y Graça. Si miras –literalmente– a la punta del cerro, verás el Castillo de San Jorge, que se encuentra en la colina más alta de Lisboa, en el barrio de El Castelo. Se trata de una fortaleza construida por los visigodos en el siglo V, y que, con el tiempo, los árabes fueron ampliando. Tiene extensos parques y jardines, torreones, murallas, puentes y todos los elementos que te hacen volver al pasado. La vista desde su patio central y los torreones, es impresionante.

Ascensor Santa Justa y funiculares

Por supuesto, y más allá de las creencias de cada uno, la catedral es también un punto de atractivo. Es conocida como la Sé, y es el edificio religioso más antiguo de la ciudad. Muy cerquita de la catedral se encuentra otro imperdible: el ascensor de Santa Justa o Do Carmo, algo así como nuestro ascensor Polanco (porque es el único vertical de Lisboa), pero que en su versión lusa no está al final de un túnel, sino en mitad de la calle Santa Justa. Su estación superior te deja en la Praza do Carmo, un sector comercial, bien activo y donde puedes encontrar una gran oferta gastronómica y de servicios. El elevador está soportado por una estructura metálica con decoración neogótica. Data de 1902, fue diseñado por Raoul Mesnier de Ponsard y tiene 45 metros de altura.

Los otros elevadores –da Glória, da Bica y do Lavra– son funiculares, pero sus carros no son cabinas que se recuestan sobre las colinas, sino pequeños tranvías que permiten ascender y descender altas y estrechas pendientes. No puedes perder la oportunidad de subirte a alguno de ellos. Otra forma de moverte son los tradicionales tuk tuk. Son un poco caritos, pero el paseo es entretenido y pintoresco.

Plaza de Rossio

Una característica bien particular de la ciudad, es que en cada barrio hay una plaza, con sus respectivos restoranes y cafés aledaños, que le dan un toque particular a cada uno. Por ejemplo, desde la avenida da Liberdade puedes llegar a la plaza de los Restauradores y a la hermosa plaza de Rossio. En esta última hay varios edificios importantes, como el teatro nacional Doña María II, la estación de trenes de Rossio (bellísima!) y la Iglesia de Santo Domingo, cuya característica principal es que su interior está completamente calcinado, por un incendio que la afectó en 1959.

Torre de Belém

Finalmente, si tienes la suerte de visitar la capital portuguesa, no puedes dejar de ir a la Torre de Belém, una edificación de 1515, que es Patrimonio de la Humanidad. Se ubica justo en la desembocadura del río Tajo y fue construida en esa época como fortaleza para proteger la entrada al puerto. Con el tiempo, funcionó como prisión, faro y centro aduanero. Lo que debes hacer en la torre es mirar con muchísima atención los elementos decorativos de sus puertas, columnas, cornisas y murallas. Te sorprenderá el nivel de perfección de sus detalles. Cerquita de la Torre, aprovecha para dar una vuelta por el monumento a los Descubrimientos, que conmemora los 500 años del fallecimiento de Henrique el Navegante.

Algunos datos de Lisboa

  • El costo de la vida es muy similar a Santiago du Chili.
  • Considera que no es fácil llegar directo desde Chile a Lisboa. Lo recomendable es llegar primero a España u otro país cercano y desde ahí moverte por avión o tren.
  • Antes de viajar, arma un itinerario que contemple ciudades y zonas cercanas, como Porto o Sintra, la tierra de los castillos. Considera también adquirir la Lisboa Card o las tarjetas 7 Colinas y Via viagem. De lo contrario, moverte en los ascensores te resultará carísimo.
  • Para comer hay una amplia oferta, donde por supuesto, predominan los pescados (en especial el bacalao) y mariscos.
  • Si te gusta la cerveza, Sagres es la marca local. No la pruebes; es malita. Sin embargo, no puedes dejar de comerte un pastel de Bélem, que son todo un símbolo de la ciudad.
  • ¡Ah! Y está dividida en dos: los del Sporting y los del Benfica.

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