Siempre he preferido pasear por Viña del Mar en invierno, cuando la ciudad recupera la tranquilidad de sus parques y el paseo costero luce desierto y melancólico. Eso cuando podíamos salir de nuestras casas simplemente a pasear y no sólo unos cuantos minutos a comprar y luego regresar al encierro.
Muelle Vergara. Viña del Mar, Chile
30 de julio del 2014