No hay nada que me reconforte más que un bello atardecer cerca del agua y en algún lugar lejos de casa. El aire fresco entrando a mis pulmones y esa sensación de estar viviendo un momento que no volverá a repetirse no tiene precio. Esta fotografía la capturé en el verano del 2017, al momento del atardecer en Lican Ray. Aún escucho el sonido de esas pequeñas olas.
Lican Ray, Chile
21 de febrero del 2017