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La historia de un sueño que se hizo realidad: Bahía Utópica

Bahía Utópica es una declaración de principios y al mismo tiempo un sarcasmo respecto de una ciudad que tanto te puede abrazar con afecto como asfixiar con odio, encantarte con colores o dejarte tendido de un cuchillazo que no viste venir.

Valparaíso, Chile
Galería Bahía Utópica
Valparaíso, Chile
Galería Bahía Utópica
Valparaíso, Chile
Galería Bahía Utópica

Así es Valparaíso. Intenso como la fuerza creadora del arte. Un espacio donde fluye la energía y sólo algunos se atreven a invocarla para darle un sentido práctico, cuando todo a veces parece tender hacia al disparate y el caos.

Hablar con los habitantes del puerto puede resultar terapéutico, porque al final terminas entendiendo tus propias locuras y las circunstancias que entre cerros y quebradas van forjando tu destino de dulce y agraz, en una ciudad que atrapa y encanta.

Bertrand Coustou y Nancy Arancibia llegaron hace más de 12 años a Valparaíso con el ánimo de trabajar en torno a la cultura y crear un espacio para mostrar artistas locales en un lugar fijo. Una ensoñación hacia Valparaíso los cautivó, hasta que la ciudad los atrapó y comenzaron los problemas.

Cada vez que comentaban su sueño, las personas los miraban de manera escéptica y les decían que era imposible levantar una galería de arte en Valparaíso. Que era una utopía. Y así surgió el nombre de la galería: Bahía Utópica.

Valparaíso, Chile
Galería Bahía Utópica
Valparaíso, Chile
Nancy Arancibia y Bertrand Coustou. Galería Bahía Utópica.
Valparaíso, Chile
Galería Bahía Utópica, Un Kolor Distinto

Bertrand se acomoda en la silla junto a Nancy. Los personajes  surrealistas de Un Kolor Distinto nos observan desde distintos puntos de la habitación dedicada al arte urbano. Bertrand se rasca la cabeza, levanta una ceja y con su acento francés me dice que “siempre hay que tener sueños y realizarlos. No todo crece como uno espera… Porque tiembla, se roba, se estafa, se vende. Y sin embargo aquí estamos, con periodos buenos y otros no tanto”.

Tras su mirada algo cansada, sobrevive la llama de quien habita su sueño. Uno que partió por la reconstrucción de una casa abandonada en el cerro Alegre, el contacto inicial con algunos artistas, la insistencia y la constancia.

Hoy Bahía Utópica trabaja con 40 artistas, dos diseñadores y una periodista. Se relacionan con muchas personas y participa en gran cantidad de actividades. Para Bertrand, este es un barco en el que sube y baja gente. Desde que comenzó la galería, ya han pasado más de 150 artistas por ella.

Valparaíso, Chile
Galería Bahía Utópica
Valparaíso, Chile
Galería Bahía Utópica
Valparaíso, Chile
Galería Bahía Utópica

En la actualidad realizan alrededor de 8 exposiciones al año, además de trabajar en conjunto con Sala El Farol, de la Universidad de Valparaíso, y el DUOC UC.

Para Nancy, lo que la galería hace es difundir al artista, lo que se da hoy principalmente con artistas jóvenes. Al mismo tiempo que se sigue trabajando con nombres de más trayectoria como Loro Coirón, Gonzalo Ilabaca o Edwin Rojas.

La metodología la trajo Bertrand desde París, donde predominan los mercantes de arte, una forma muy francesa de entender este tipo de negocios. Para ambos, la bajada de este método tiene que ver con una mezcla de psicología, humanismo y amor.

Valparaíso, Chile
Stencil de Goblin en Cumming
Valparaíso, Chile
Mural de Un Kolor Distinto visto desde Cerro Bellavista
Valparaíso, Chile
Un Kolor Distinto en Bahía Utópica

“Valparaíso es plenamente surrealista”, dice Bertrand. “Y hay que vivir cómo Valparaíso”, lo complementa Nancy: “Tienes que cambiar tu forma de vida y disfrutar con lo que hay”.

Así, comenzaron trabajando con pintura, escultura, dibujo y grabado; hasta que el 2008 organizaron la primera exposición de arte urbano en el Instituto Norteamericano de Cultura, ampliando el espectro. Hace dos año se les acercó la pareja de Un Kolor Distinto, expusieron en la galería y fue todo un éxito. Tanto así que inauguraron un área dedicada especialmente para el arte urbano.

El barrio y la ciudad

Valparaíso, Chile
Casa Dimalow, cerro Alegre
Valparaíso, Chile
Amor Porteño, cerro Alegre
Valparaíso, Chile
Galería Bahía Utópica

Al momento de analizar la evolución de la ciudad y el barrio, Bertrand prefiere ver la mitad de vaso lleno. Orgulloso reconoce que hoy existen más galerías en Valparaíso, cafés de verdad y una excelente oferta gastronómica. Respecto al sector del cerro Alegre y el cerro Concepción manifiesta que es un barrio con vida, donde se han restaurado las casas, transformando el sector en una vitrina para Valparaíso, la que además genera empleo para los porteños.

Para Bertrand, el turismo debería ser el motor de la economía en Valparaíso; pero al mismo tiempo reconoce que faltan varias cosas: El horario de los locales muchas veces no es el más adecuado para coincidir con los turistas y, por otra parte, falta inversión pública para aumentar la seguridad en la ciudad, la que se encuentra muy expuesta a la delincuencia.

Respecto a la posible concreción del T2, manifiesta que su sóla posibilidad de existencia le genera mucha tristeza. Para él, sería instalar un sitio industrial ahí donde vive la gente, replicando un poco lo que sucede en Quintero y Ventanas, con mucha polución y contaminación.

Valparaíso, Chile
Zapatillas cuelgan del alumbrado público en Cumming
Valparaíso, Chile
Rayados en edificios de Cumming
Valparaíso, Chile
Rayados sobre obras del Museo a Cielo Abierto del cerro Bellavista

Sobre la basura, considera que es un tema cultural, donde la gente está acostumbrada a botar basura en todos lados. “Las personas creen que está todo permitido. Es la ciudad del desborde. Siempre ha sido así, pero ahora somos más. Quizá un primer paso positivo para revertir esta situación fue la suspensión de Los Mil Tambores”.

Al reflexionar respecto a los rayados, Bertrand plantea que si los locatarios o los vecinos se dedicaran a pintar sus fachadas de manera periódica, tarde o temprano dejarían de rayar en ellas. Además, cree que hay problemas más graves que resolver en la ciudad, partiendo por superar la pobreza en la que se encuentra importante parte de la población.

Entre las acciones positivas y bien organizadas menciona el “Cerro Abajo”, la maratón de TPS y el Rockódromo. Y sobre la implementación de nuevos espacios destaca la creación del nuevo VTP y el Parque Cultural de Valparaíso.

Así las cosas, la utopía se sigue haciendo realidad, pero el caos aguarda a la vuelta de la esquina y tenemos que estar atentos si queremos que toda la ciudad se integre a una forma más sana de entender la convivencia urbana. Desde iniciativas como Bahía Utópica los ciudadanos y ciudadanas dicen presente. Ya es tiempo de que se pronuncie el Estado y las autoridades centrales.

31 de enero del 2019

Valparaíso, Región de Valparaíso, Chile

Por Hernán Castro Dávila

El amor por los viajes, la escritura, la fotografía y la comunicación me ha impulsado a forjar mi propio camino dentro del periodismo. Creo en nuestra capacidad de expresión como ciudadanos del siglo XXI. Yo la practico desde mi blog, las redes sociales y la educación. Si queremos que este mundo cambie, debemos comenzar por nosotros mismos.

2 respuestas a «La historia de un sueño que se hizo realidad: Bahía Utópica»

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