Nos gusta caminar y a veces exageramos. Hoy desayunamos en el Hostal Che Lagarto y nuevamente partimos a pie por la avenida 18 de Julio. El día estaba soleado. Como en Valparaíso, Montevideo no sabe de otoño ni de frío con esto del cambio climático.
Un paseo a pie por Montevideo

Llegamos hasta la pileta de los candados, doblamos a la derecha y entramos a una sucursal de Puro Verso. Otra vez fuimos presa de los libros y las estanterías. Nos dejamos llevar por las ganas de lectura y salimos con cinco libros.
Pasamos por un café con una media luna y continuamos hasta Plaza Cagancha donde visitamos el Mercado de los Artesanos.
Plaza Constitución y el Barrio Viejo

Continuamos hasta la Plaza Independencia, la atravesamos y llegamos a una feria de antigüedades que se instala los sábados en Plaza Constitución. Saqué algunas fotos y seguimos hacia el Barrio Viejo. En él caminamos a paso lento entramos a tiendas antiguas de ropa y confiterías. Mientras caminábamos escuchábamos las conversaciones abstractas de algunos uruguayos y varias veces sentimos bocanadas de marihuana.
En el Barrio Viejo hicimos una pausa para beber una cerveza y disfrutar de la tranquilidad de un pasaje sin autos.
Mercado Puerto

Luego de esto seguimos hasta el Mercado Puerto y nos metimos en un recinto lleno de parrilladas, barras y gente comiendo asado. Luego de recorrer el lugar y hacer unas fotografías fuimos hasta el primer puesto y pedimos una tabla de jamón crudo, queso, salame y aceitunas, acompañadas por dos copas de medio a medio, un licor dulce con burbujas, muy parecido a la champaña.
La atención fue rápida y en la barra compartimos espacio con varias parejas uruguayas. La tabla estaba deliciosa y el medio a medio embriagador. Salimos felices del Mercado y volvimos a la Plaza Zabala, nos sentamos en una banca; Macarena se tendió, apoyó su cabeza en mi pierna y se quedó dormida. Yo saqué mi cuaderno y tomé algunas notas que intercalé con breves siestas mientras el sol me pegaba en la espalda y las aves cantaban desde la copa de los árboles. Caímos en el sueño uruguayo. Una maravilla de carne, licor y modorra.
Montevideo

Montevideo está muy bien, la ciudad es grande y con edificios modernos. Pero en apariencia el ritmo de vida, la arquitectura y sus espacios parecen de los años 70. A mí me gustó mucho. Es una gran ciudad con cordialidad de pueblo y acento gaucho.
16 de mayo de 2015