La historia de Patricia Tamargo está marcada por la creación, los viajes y el territorio de la cuenca del Lago Llanquihue. Desde hace más de 10 años que Doña Música encanta con sus historias a grandes y chicos. Y esta es su historia:
El nacimiento de Doña Música
“Yo soy de teatro, fui actriz y luego pedagoga teatral, poniéndome al servicio de comunicar las técnicas de la actuación. Luego fui directora. En mi primer trabajo de teatro fui invitada a Estocolmo, Suecia. A partir de ahí comencé a dirigir y seguí haciendo pedagogía en colegios. Yo era de Santiago y me invitaron a la Universidad de Los Lagos y cuando llegué me fascinó el sur: los árboles, los volcanes y el lago llanquihue. Entonces decido quedarme.”
“Me gustó demasiado el territorio y se dan las condiciones para que me venga con mi hija de dos años. Aquí creamos una compañía que se llama Teatro Íntimo del Sur y una obra que se llamó Cepillo de Dientes. Durante dos años trabajé con gente de otros rubros. Recorrimos parte del sur y fuimos a Chiloé.”
“En este proceso no me sentía bien con lo que estaba haciendo. Hacía clases en la Universidad de Los Lagos, en empresas y tenía esta compañía de teatro. El 2009 se desarmó la compañía y ahí comprendí que el territorio es de seres que pasean por el Sur. Somos pasajeros, por la lluvia, por el frío; cuesta tener la disciplina. Ahí es cuando creo mi personaje que se llama Doña Música.
Las historias de Doña Música
“De a poco comencé a crear una estructura de cuentos y poesía. Esto comenzó el 2010 y se mantiene hasta el día de hoy. Es un alter ego mío. Doña Música es un ser que vive en una cueva y le fascina guardar juguetes, recopilar libros y juntar instrumentos. Cada vez que cuento una historia instalo un espacio desde donde narro y hago que la gente participe. Parto con los niños, pero de a poco se van integrando los papás, que se entretienen tanto como los niños.”
“Yo me planteo como una cuentacuentos para todas las edades. Ahí me quedó claro que todos tenemos un niños interior. Este personaje enseña los instrumentos, cómo se hacen (kultrun, palo de agua) y ahí yo canto; provocando distintas cosas. Es un espacio creativo dirigido por Doña Música.”
“Soy parte de un grupo de narradoras del sur. Mis cuentos tratan sobre el aprendizaje espiritual: el caleuche, el mundo, la diversidad. Trabajo con el viento, con el aire. Hago ejercicios de respiración. Mis cuentos son súper participativos. También trabajo con cuentos del alma, la mirada, las hormiguitas. Siempre invitando a ver el mundo con ojos nuevos.”
“He realizado varias intervenciones urbanas en Puerto Varas. A veces me visto y salgo a caminar por la ciudad y la gente se acerca. Tengo un susurrador con los que cuento cuentos en los oídos.”
Tomar conciencia de ser un núcleo creativo
“La experiencia de la Escuela de Emprendimiento en Turismo Creativo fue maravillosa. Me eligieron por mis manualidades. Le debo mucho a Álex Paredes, quien habló de que todos somos núcleos creativos, diciendo que podemos hacer muchas cosas y eso es lo que yo soy. Directora de teatro, couch y artesana. Ellos me eligieron por la artesanía. Cuando él habló de ese concepto me resultó revelador.”
“Sintonicé muy bien con lo que iban diciendo. Aprendí muchas cosas, ya que vino gente muy sólida. Yo estoy dando un salto cuántico al pasar del mundo del arte al mundo de los negocios. Una de las cosas que aprendí es que hoy se venden más experiencias que productos. Y lo que yo más he hecho en la vida es vender experiencias.”
“Otro concepto que remarcaban mucho era la importancia de la asociatividad. Hoy estoy relacionada con la Galería de Bosque Nativo, dirigida por Angélica Lapostol, que es un faro en medio del océano. También estoy asociada a la Librería Mckay y a la biblioteca Paul Harris.”
“La escuela me hizo darme cuenta de todo lo que he hecho en mi vida y cómo comienza a visibilizarse, ellos me impulsaron a visibilizar. Yo jamás pensé que me iban a elegir entre los 20 mentoreados. ¡Y quedé entre las 20!”
El Sendero de Los Árboles
“Cuando seleccionaron mi propuesta estaba centrada en la manualidad. Yo bordo, tejo y armo un producto. Me interesa hacer una experiencia manual y corporal sobre los árboles. Y esa propuesta fue cambiando y finalmente volví al origen.”
“Esto nació de un dolor tremendo como artista por lo que sucede con los árboles: Acá hay una tala tremenda de árboles e incendios forestales. Sin embargo, aquí también está el alerce milenario de 2.500 años. Yo creo que gracias a los árboles existimos.”
“Yo identifico el dolor que me produce lo que pasa con los árboles, así me encuentro con los árboles nativos: alerce, arrayán, coihue, araucaria, canelo, notro, ulmo, roble, tepa; y todas las lecciones que podemos sacar de ellos, cómo se comunican a través de sus raíces y los hongos, cómo utilizan el agua y nutren la tierra.”
“Nosotros igual somos otro tipo de árboles, de la mitad hacia abajo raíces y de la mitad hacia arriba conectados con el cielo. Esa experiencia la quiero impregnar en el cuerpo de los participantes. La idea es que nos sintamos árboles. Entonces voy a trabajar con hilos y con cuerdas para que la gente sienta esto de ser como un bosque humano.”
“Estos serán talleres que voy a realizar con grupos de no más de 10 personas y con máscaras faciales en el Jardín de las Artes Kunstgarten en el centro de Puerto Varas. Para llegar hasta ahí se deben subir unas escaleras de mosaicos, abrir un portón y entrar a un lugar precioso donde se puede ver todo Puerto Varas. Luego es pero replicarlo en otros lugares como la Librería Mckay, en un recorrido con el barco Capitán Haase y también en colegios”.
