No soy muy asiduo a los museos navales, ya que los asocio a una marcialidad que rechazo desde mi adolescencia. Por suerte ese prejuicio no me impidió llegar hasta el Museo Marítimo Nacional de Ámsterdam. Aquí la marcialidad dio lugar a la aventura, el comercio, los mascarones de proa, las estrellas, los mapas y, como guinda de la torta, la réplica de un buque de la Compañía Holandesa East India de 1749 y que aparece en esta fotografía. El buque se puede visitar por dentro, recreando las condiciones en que vivían 350 personas en el mar. Si viajas a Amsterdam es un lugar que no puedes dejar de visitar, en especial si vas con niños.
Ámsterdam, Países Bajos
10 de febrero del 2018