El día se nos pasó como si nada en Colonia del Sacramento. Almorzamos un sabroso asado, paseamos por la costanera, subimos al faro, bebimos café y caminamos por estrechas calles de adoquines. El cielo azul, indiferente al otoño, se fue tornando rosa. Ya era hora de volver al terminal de buses para regresar a Montevideo. En eso emergió un solitario farol del tronco de un árbol, se prendió amarillo y me invitó a tomar esta fotografía.
Colonia del Sacramento, Uruguay
17 de mayo del 2015