Machu Picchu es una de las 7 maravillas del mundo moderno y Patrimonio de la Humanidad UNESCO. Es tanto el interés que genera a nivel global que turistas de todos los países vienen a visitarlo. Sin embargo, los altos costos de acceso (pasajes y entradas) lo vuelven un destino difícil de visitar para los habitantes de los países vecinos a Perú. Pero existe una alternativa para hacer Machu Picchu económico.
Cusco

La ciudad de Cusco es mucho más que la puerta de entrada a Machu Picchu. Su valor histórico y arquitectónico la vuelven única a nivel mundial. Sin embargo, llegar a Cusco y no visitar Machu Picchu es una opción que suena bastante descabellada.
Es que Machu Picchu es más que una ciudad. Es un símbolo donde todos quisiéramos estar al menos una vez en la vida. El problema para muchos es que el costo de acceso a esta joya incáica es demasiado alto. El pasaje en tren tiene precios exorbitantes que solo pueden ser pagados por turistas europeos, americanos o las clases más acomodadas de Sudamérica. O en cómodas cuotas mensuales con alguna tienda de retail.
Machu Picchu económico

En mi último viaje a Cusco descubrí una tercera opción: Machu Picchu by car. Esta alternativa cuesta hasta un tercio del valor del recorrido en tren, pero requiere de buen aguante físico.
Por un costo cercano a los 100 dólares por persona incluye:
- Traslado de Cusco a Hidroeléctrica en van.
- Almuerzo en Hidroeléctrica
- Cena en Aguas Calientes
- Estadía en hostal
- Desayuno en Aguas Calientes
- Entrada a Machu Picchu
- Traslado Hidroeléctrica a Cusco en van.
- Caminata de dos horas entre Hidroeléctrica y Aguas Calientes.
No incluye:
- Bus de Aguas Calientes al acceso a Machu Picchu (40 soles de ida, 40 soles de vuelta)
- Almuerzo del segundo día
De Cusco a Hidroeléctrica en van

El viaje tiene una duración de dos días ida y vuelta. Comienza a las 08:30 en Cusco luego de recoger a los pasajeros en la plaza de la ciudad o en sus respectivos hoteles.
Desde Cusco hasta Ollantaytambo la ruta es bastante conocida. Incluso PeruRail utiliza este recorrido en bus para sus pasajeros durante el invierno boliviano. La aventura comienza después, por una ruta con gran número de curvas que hacen del trayecto algo más pesado y no recomendable para niños.
Luego de casi 7 horas de viaje en una van sin asientos reclinables y tres paradas para pasar al baño, llegamos a Hidroeléctrica bastantes molidos por el viaje.
Ahí almorcé una sopa de huesos con una hamburguesa con lechuga, pan y papas fritas. Para acompañar nos sirvieron una jarra chicha morada. La otra opción era pollo dorado o a la plancha con arroz y ensalada. Algo simple, pero necesario para el paso siguiente.
De Hidroeléctrica a Aguas Calientes a pie





Ya almorzados, salimos del hotel siguiendo la línea del tren hasta el cartel que apuntaba hacia una escalera de piedra y que decía “Machu Picchu”.
Subimos entre la vegetación selvática, llegamos hasta la línea del tren y partimos el recorrido hacia la izquierda. El paseo es inolvidable: Rodeado de montañas con abundante vegetación, escuchando el caudal del río y compartiendo recorrido con gran cantidad de mochileros junto a la línea del tren.
Solo hay que tomar ciertos resguardos: Evitar circular sobre la línea del tren, ir atento al paso del tren (en nuestro caso pasó tres veces) y por ningún motivo circular por los túneles ferroviarios.
El resto es dedicarse a caminar en una superficie plana, aunque con gran cantidad de piedras, atravesar con cuidado los ríos y disfrutar del paisaje.

En algo más de tres horas y cuando la noche se tendía sobre la Amazonía Peruana, llegamos a Aguas Calientes. En la plaza del pueblo nos esperaba el guía.
Una reponedora cena peruana


Agotado por el viaje en van y la caminata, agradecí una sabrosa cena peruana de bienvenida con una sopa de pollo con fideos y lomo salteado.
Un hostal sencillo
El lugar para dormir era un hostal sencillo a unas cuantas cuadras de la plaza. El lugar incluía toallas y desayuno, pero no consideraba jabón ni shampoo.
Machu Picchu al fin

A la mañana siguiente madrugamos para tomar uno de los buses de ascenso a Machu Picchu. El bus lo abordamos a las 6 y ya a las 7 de la mañana estábamos partiendo el tour con nuestro guía.
A pesar de haber estado antes en Machu Picchu, la sensación de sorpresa al ver la ciudad de piedra sobre la montaña y el Waina Picchu al fondo no deja de ser emocionante. ¡Qué espectáculo! Es un lugar increíble.
Por suerte el cielo nublado dio paso al sol y pudimos disfrutar del paisaje. No es raro que en pleno invierno boliviano esté nublado y la montaña oculta tras las nubes. Pero este no fue el caso.
Cada guía una historia

Una de las cosas que más me gusta de Cusco es que sus guías son oriundos de la zona y estudian en la universidad para acompañar a los turistas. Todos son muy eruditos y se nota que aman su trabajo.
Para que la visita a Machu Picchu sea integral, es muy importante ir acompañado por uno de estos guías y darse el tiempo de oír sus intervenciones.
Lo interesante es que cada guía le da un énfasis distinto a las historias, por lo que no hay problema al repetirse la visita. En esta ocasión nuestro guía fue Dimas.
La visita guiada dura aproximadamente dos horas y luego se cuenta con tiempo libre para seguir recorriendo. Lo malo de seguir el ritmo del guía, es que cuando quedas libre, ya estás dentro de la ciudad Inca, sin posibilidad de volver atrás.
Ubicación e historia de Machu Picchu



Machu Picchu se ubica a 112 kilómetros al noreste de Cusco, fue construida entre los cerros Machu Picchu (cerro viejo, en quechua) y Huayna Picchu (cerro joven). La altura está entre lo 2.700 y 2.450 metros sobre el nivel del mar.

La ciudad en su versión final fue construida entre los siglos XV y XVI bajo el gobierno de Pachacútec, creador del imperio incaico. Era una ciudad para el uso de la nobleza: pequeña, hermosa y sostenible, ya que cultivaban sus propios productos de subsistencia y contaba con depósito para almacenar alimentos. También cumplía con fines religiosos vinculados al culto del sol y de punto de intercambio comercial entre los bosques bajos (coca, hierbas medicinales, plumas de aves exóticas, ajíes) y Los Andes (papa deshidratada y el maíz).
Se especula que fue aislada ante el inminente avance de la invasión española en las tierras incaicas.

Las ruinas de Machu Picchu fueron dadas a conocer por Hiran Bingham, quien llegó hasta el lugar en 1911 gracias a la ayuda de lugareños que utilizaban el espacio como lugar de pastoreo. En 1950 se abre al uso turístico y desde ahí no ha parado; lo que ha tenido consecuencias.
Para resguardar la mantención de las ruinas cada vez se restringe más el acceso. Hoy ya no se puede visitar el Templo del Sol y hasta la parte superior del templo sólo se puede acceder en horario restringido (De 7 a 10 de la mañana).

El regreso a Cusco
La visita a Machu Picchu comienza a las 07:00. Se calcula que se abandone el templo a eso de las 11:00 para tomar el bus de regreso, bajarse en el puente y volverse caminando hasta Hidroeléctrica. Para finalmente tomar la van de regreso a Cusco antes de las 15:00 horas.
Otra alternativa es bajar en bus hasta Aguas Calientes y tomar el tren hasta Hidroeléctrica (30 US$) o hasta Cusco (84 US$). Debido a lo agotador del viaje y el paseo, opté por esta última.
¿Y tú? ¿De qué forma desearías visitar Machu Picchu?
4 de febrero de 2020
Una respuesta a «Machu Picchu económico»
Pues resulta que tengo programado este viaje a Perú y norte de Bolivia para el próximo septiembre (si nada se interpone ), así que tu artículo ya me sirve de un estímulo más… ¡Salud!