Categorías
Editoriales

Vivir en estado de emergencia

Son las seis de la tarde, estoy en mi casa y no puedo salir porque hay estado de emergencia y toque de queda. Afuera se escuchan sirenas, helicópteros y el ruido de los cacerolazos. A lo lejos se levantan columnas de humo sobre Valparaíso. Hoy quemaron otra multitienda.

Lo curioso de todo esto, es que se supone que el estado de emergencia fue decretado por el presidente Piñera con el objetivo de protegernos. Sin embargo, desde que lo decretó, la violencia, los incendios y los saqueos no han hecho más que aumentar. Extraña forma de protegernos. 

Pan batido en Panadería Arauco del cerro Los Placeres
Pan batido en Panadería Arauco del cerro Los Placeres

Por la mañana fui a la panadería en busca de algo dulce para calmar la ansiedad. Aproveché de comprar un par de panes batidos junto al pie de limón que llevé de regreso a mi casa. 

En el camino pensé cómo puedo seguir publicando contenido para mi blog en un contexto como el actual. Entonces se me vinieron tres ideas a la mente: la vida es un viaje, los viajes también pueden ser cotidianos y Nelson Mandela.

La vida es un viaje

Manifestación del 23 de octubre en avenida Pedro Montt
Manifestación del 23 de octubre en avenida Pedro Montt

En los últimos años mi vida ha estado llena de cambios drásticos que me han permitido desarrollar nuevas habilidades, conocer otras personas y entender las experiencias cotidianas de una forma distinta. Y bueno, el estado de emergencia es una nueva escenografía. Algo así como viajar a Corea del Norte, pero sin moverme del escritorio.

Así que comenzaré a escribir de esta nueva experiencia de vivir en un país autoritario. Iré a las marchas y compartiré contenido sobre lo que está pasando en mi país y mi ciudad hasta que la situación se normalice.

Por suerte aún tenemos redes sociales e internet. ¡Y claro! Redactaré textos para facilitar la estadía de quienes nos visiten.

Los viajes también pueden ser cotidianos 

Plaza de la Conquista, cerro Los Placeres
Plaza de la Conquista, cerro Los Placeres

¡Siempre he defendido esta premisa! La ruta de la casa al trabajo; el barrio en torno al hogar o la oficina también son un territorio por descubrir. Y claramente, en esta nueva rutina de libertades restringidas, el barrio y sus habitantes se vuelven una fuente muy rica de historias por explotar. Partiendo por los almacenes, siguiendo por las plazas y la vida cotidiana.

Nelson Mandela

La Sonrisa de Mandela

Y finalmente Nelson Mandela. ¿Por qué? Desde que conocí su historia siempre admiré la entereza que tuvo para haber soportado casi tres décadas en prisión y al ser liberado tener la capacidad de perdonar a sus opresores y conducir una transición pacífica en un contexto político muy complejo. ¡Qué hermosa persona!  

Además, siempre he pensado qué diablos haría yo en una celda de dos por dos para no volverme loco. Lo primero que se me viene a la mente es meditar, luego leer y luego escribir. Y claro, ahora que me siento encerrado entre militares y toque de queda; no hay mejor momento para practicar eso.

Así llegué a una buena mezcla de reflexiones para darle vida otra vez a mi blog desde el escenario de un país que cambió de un día para otro. Apuntes y Viajes ahora se escribe desde la cotidianidad de quien vive en un estado de emergencia. Espero de todo corazón, que sea por poco tiempo.

Revisa aquí más fotos sobre el estado de emergencia en Valparaíso

El fin del espejismo

22 de octubre de 2019

Por Hernán Castro Dávila

El amor por los viajes, la escritura, la fotografía y la comunicación me ha impulsado a forjar mi propio camino dentro del periodismo. Creo en nuestra capacidad de expresión como ciudadanos del siglo XXI. Yo la practico desde mi blog, las redes sociales y la educación. Si queremos que este mundo cambie, debemos comenzar por nosotros mismos.

9 respuestas a «Vivir en estado de emergencia»

Hola, me gustó mucho el apunte, tengo una duda,me parece haber leído hace algún tiempo, que Mandela en su tiempo, era considerado terrorista, porque también ponía bombas…. Solo para aclarar… Me queda esa duda…. Saludos!

Tiene que ser muy duro vivir en una situación así. Me ha llamado mucho la atención tú publicación y así estoy un poquito más cerca del pueblo chileno, un gran desconocido para mi.
Deseo de corazón que está situación sea lo más breve posible y podáis continuar con vuestras vidas.
Un saludo desde el otro lado del charco

¡Hola Patry! En verdad es muy duro y extraño. Nunca pensé que tendríamos que ver otra vez a los militares en las calles de Chile. Pero así son las cosas. Lo bueno es que la gente no está indiferente y tenemos muchos medios para expresarnos. Gracias por tu preocupación. Un gran abrazo desde Valparaíso 🙂

Hola Hernán,
Lamento muchísimo la situación que estáis pasando. Eres un auténtico “bravo” por seguir escribiendo. Mientras haya gente como tú, hay esperanza.
Sobre Mandela, igual que tú, nunca comprendí cómo pudo haber pasado 3 décadas en la cárcel y menos por creencias políticas. Sé que fue radical, que se fue transformando en pacifista; la que cometió crímenes o los amparó, además de tener un doble rasero fue su ex-esposa Winni, de la que se divorció al salir de la cárcel. Después, como todo el mundo sabe, se volvió a casar, dos años más tarde con Graca Machel, que ya había sido primera dama de Mozambique. Encontrar felicidad y reposo al final de tu vida, se casaron cuando él tenía 80 años da mucho que pensar sobre la vida y todo lo que ocurre durante ella.
Espero, deseo que las cosas se vayan poniendo en su sitio en Chile, de corazón.
Ánimo y saludos.

Muchas gracias por tus palabras. Son un estímulo para seguir compartiendo las experiencias de nuestra vida cotidiana, hoy en un país convulsionado, pero alegre, exigiendo que cambie la forma en que se hacen las cosas. Un gran abrazo 🙂

Deja un comentario