Me encanta caminar. Cuando lo hago disfruto del aire fresco y el paisaje urbano durante mi trayecto. Caminando me enamoré del puerto, de todas sus calles zigzagueantes, llenas de recovecos y gatos que observan desde alguna ventana. Valparaíso es una ciudad para recorrer a pie, está llena de pequeños detalles mágicos que cautivan la mirada y fomentan el ejercicio de la fotografía. Cómo dejar pasar una hilera de faroles, una baranda de cemento y el Océano Pacífico a la distancia. Así me pasó cuando subía el cerro Barón con rumbo a cerro Los Placeres. Cómo no parar, sacar la cámara y tomar una fotografía, para después seguir caminando hacia arriba, respirando profundo y dejando que la vista se pierda en la bahía.
10 de noviembre del 2013