Ayer me fui caminando desde la Universidad de Playa Ancha hasta el paseo 21 de Mayo. Corría un viento frío, por mis audífonos sonaba Gepe y cada tanto me detenía a sacar algunas fotos de casas y quebradas con vista a la bahía de Valparaíso. Ya en el cerro Artillería, me detuve a ver la actividad portuaria, el ascensor que conecta con la Aduana y una hermosa casa que corona el borde del cerro y que para mí tiene un significado especial, ya que mi madre ha hecho dos cuadros con este mismo paisaje, salpicado de colores y con toques impresionistas. Siempre que paso por aquí me acuerdo de ella y de cómo nos encanta esta ciudad, llena de rincones mágicos para disfrutar y fotografiar.
15 de septiembre del 2013