Pablo es una persona muy especial. De pequeño jugaba y trabajaba en la pilastra de sus padres en el Mercado Puerto, de joven servía cafés debajo del Reloj Turri. En su ir y venir por el Barrio Puerto fue forjando su gusto por fotografiar las calles de Valparaíso y comenzó a tener un sueño: Tener su propia cafetería. Deseo que se haría realidad el 2022, cuando abriera el Café de Las Flores.
Pablo y el Café de Las Flores

Pero no sería un recorrido fácil. Tras más de una década de trabajar en el café del Reloj Turri, en calle Prat, vio cómo este lugar debió cerrar sus puertas producto de la pandemia. En ese intertanto regresó a trabajar con sus padres, hasta que apareció un amigo y le ofreció ser administrador de un café tras la Plaza Aníbal Pinto.
Pablo nos cuenta que «yo pasaba por fuera de la cafetería y la encontraba bonita, pero yo no quería ser administrador. Yo ya había sido administrador y andaba en busca de horizontes más amplios. Quería salir de mi zona de confort y tener mi propio local. Le propuse conversar a mi amigo y y le presenté mi proyecto con la intención de ser el dueño.»
«Para tener un cafetería hay que querer el café, amar a las persona, tener atención a público de mucha experiencia, tener paciencia. El trabajo de uno no es solamente vender, es tratar de que el cliente se vaya feliz.»
Pablo, Café de Las Flores
El amigo de Pablo acepto la propuesta e inició un proyecto de 6 meses con un equipo de tres personas que hacían la pega de seis. A los tres meses mi socio le dijo: «Tú tomaste todas las ideas de mi cabeza sin yo decírtelas y las plasmaste en el café.»
Parte de la estrategia de Pablo fue hacer de todo para que el café funcione bien: Armar la terraza, atender mesas y mantener los baños; al mismo tiempo que se preocupaba de innovar en las preparaciones de café, una de las tareas que más le gusta.
¿Cómo calificarías la experiencia de emprender?
«He encontrado muy buenos horizontes, me ha ido muy bien. He encontrado clientes que son muy bellos, muy lindos. A mí me gusta mucho servir».
«Decirle a un cliente que tenga un buen día es un regalo porque le estás dando un cariño que en otros lados no les dan».
Pablo, Café de Las Flores
El cariño, lo más importante en Café Las Flores

¿Qué ofrecen en el Café de Las Flores?
«Cariño. Eso es lo primero. A veces el cliente no tiene lo que quiere, pero se va feliz. Nosotros tenemos una carta de café normal, pero que se puede transformar en un muy buen café, dependiendo del gusto de las personas: a algunos les gusta más cargado, a otros más suave, a algunos sin espuma y a otros con mucha espuma. Uno se adapta a lo que cliente quiere».
«Tenemos unos menús básicos de comida casera, jugos naturales, ice tea, un café helado muy especial -hecho con café de grano y una mezcla sabores de helado-; además ofrecemos opción sin lactosa a un mismo precio. También tratamos de tener leche vegetal, la que no es fácil de conseguir.»
¿Y cuáles son sus opciones de almuerzo?
«Tenemos el menú vegetariano que es un quiche de verduras. Tratamos de tener uno que no sea de elevado costo. Siempre intentamos tener una opción que sea sencilla, ligera y que sea vegetariana. Además tenemos productos con carne como tomaticán, porotos granados y lentejas. Son dos menús diarios y el que tiene carbohidratos se cambia todos los días».
«Los insumos para nuestros almuerzos son frescos y los traigo directamente de la pilastra de mi familia.»
Ubicación del Café de Las Flores

¿Dónde se encuentra el Café de Las Flores?
«Estamos ubicados en la Plaza Aníbal Pinto, al frente de la Intendencia. Ahí verán un kiosco y dos toldos rojos. Ahí estamos nosotros. También nos podrán ubicar por la música, ver gente bailando o escuchar personas riéndose.»
¿Cuál es su horario?
«Estamos de lunes a viernes desde las 09:00. Lunes y miércoles estamos hasta las 5 de la tarde; martes, jueves y viernes hasta las 9 de la noche. Los sábados abrimos desde las 09:30 hasta las 4 de la tarde.»