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Los colores de Valparaíso viven en The Yellow House

The Yellow House: Un hermoso y acogedor hostal en el corazón del Cerro Artillería, a pasos de los principales atractivos de Valparaíso

Lo primero que se me vino a la mente al cruzar el umbral de The Yellow House fueron los colores de Valparaíso. Las paredes amarillas del pasillo, los tonos vivos de las habitaciones, la vista maravillosa a la bahía y los cerros desplegándose en un abanico en torno al puerto fueron un estallido de colores.

Si a esto sumas la cordialidad de Ana Milla, quien te hace sentir como en casa y está atenta a cada uno de los detalles para que tu estadía sea inolvidable, la mezcla es simplemente perfecta.

The Yellow House: Una experiencia en colores

Ana Milla es una de las dueñas de este hostal familiar ubicado en el corazón del Cerro Artillería. Hasta él llegamos caminando por un pasaje de adoquines donde destacan pequeños jardines y gran cantidad de gatos que observan desde las ventanas o se acercan a buscar el cariños de vecinos y viajeros.

Avanzando por la calle Capitán Muñoz Gamero es imposible no distinguir la casa amarilla y unas pequeñas jardineras donde Ana está desarrollando su proyecto de huerto comunitario junto a los vecinos y las vecinas del barrio: «Eso es lo interesante de este cerro, ya que hay un ambiente muy familiar y aquí todos nos conocemos».

Al hostal se ingresa por el tercer piso. Un colorido pasillo conduce a las habitaciones y a dos acogedoras salitas donde los pasajeros pueden trabajar, conectarse a internet, jugar algún juego de mesa o ver televisión. En ellas hay hervidor, cafetera y tacitas para que se sirvan lo que quieran.

Otra característica de la casa es que tiene más de cien años de historia, ya que fue construida a fines del siglo XIX e inscrita a principios del XX.

De La Calera a Valparaíso

¿Hace cuántos años administran el hostal?

«Desde hace 7 años. Nosotros éramos de La Calera y ahora somos porteños de corazón. Nuestros hijos se vinieron a estudiar acá y fue una oportunidad para nosotros. Nos venimos a Valparaíso sin saber en lo que nos estábamos metiendo, pero con el tiempo hemos ido aprendiendo. En este negocio todos los días son distintos. Siempre conoces gente y esa interacción es muy emocionante.»

Un hostal con espíritu porteño

Habitaciones con materiales reciclados

El hostal cuenta con siete habitaciones, seis de la cuales tienen baño privado. «La mayoría de las habitaciones están diseñadas con material reciclado, especialmente palets. Todas las habitaciones tienen colores distintos, con telas distintas», nos cuenta Ana.

Desayunos personalizados

Los desayunos también son preparados por Ana, quien se esmera en que sean del gusto de los visitantes: «Los desayunos los hago yo, incluyendo el pan elaborado con masa madre. Pero además me gustaría destacar que hay desayunos para veganos, celiacos, vegetarianos y público en general. Y también pueden ser servidos en la habitación».

Protocolos de prevención

«Nosotros tenemos súper protocolos de cuidado. Nos preocupamos de que la gente que venga a la casa esté con su pase. Para nosotros es súper importante, porque tenemos que ser receptivos, pero mantener una línea: ciudadanos, cuidar a los demás y el entorno».

Coordenadas para llegar a The Yellow House

«Nos pueden contactar por Instagram, donde también está nuestro número de WhatsApp y nosotros mandamos la dirección y todas las instrucciones para llegar al hostal. Además de fotografías del hostal, para que nuestros futuros huéspedes sepan dónde vienen.»

¿Cuentan con estacionamiento?

«Contamos con un estacionamiento privado con cámara frente a nuestra casa. También puedes dejar tu vehículo fuera de la casa porque es un pasaje sin salida. Nosotros dejamos nuestro auto ahí también y nunca hemos tenido problemas, ya que tenemos cámaras de vigilancia.»

Cómo llegar a The Yellow House

Por Hernán Castro Dávila

El amor por los viajes, la escritura, la fotografía y la comunicación me ha impulsado a forjar mi propio camino dentro del periodismo. Creo en nuestra capacidad de expresión como ciudadanos del siglo XXI. Yo la practico desde mi blog, las redes sociales y la educación. Si queremos que este mundo cambie, debemos comenzar por nosotros mismos.

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