Hoy, como la mayoría de los sábados, iré a comprar las frutas y verduras de la semana a la Feria Libre de la Avenida Argentina. En este espacio abierto y lleno de colores encuentro todo lo que necesito. Los caseros ofrecen sus ofertas a viva voz y la gran variedad de puestos permite que uno se regodee. Las ventajas de la feria libre son evidentes también en términos económicos: la gran cantidad de puestos asegura una mayor competencia y, por ende, precios más bajos; al comprar aquí se apoya el negocio de una gran cantidad de familias; y se puede elegir entre una real diversidad de productos. Todo lo contrario a un supermercado. Y tú, ¿prefieres feria libre o supermercado? Para mí no hay dónde perderse.
6 de octubre del 2013
3 respuestas a «Ir a la feria»
Me encanta comprar en mercados locales.
Sabes que se lo compras al productor, sin intermediarios, que los productos son más frescos.
Feliz Semana.
Así es. Y cuando viajas, una de las mejores maneras de compartir con los habitantes del lugar es ir a los mercados. No me los pierdo. Feliz semana para ti también.
Toda la razón. En los mercados se ve la forma de vivir de las gentes locales.
Saludos